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Mostrando las entradas de marzo 25, 2018

Los viejos VI

Flor Herida Ezequiel Fuentes-7 años - Soporte de madera. Neuquén Argentina. Agradecimiento especial a su maestra, María Belén Mantilano

Animales IV

No hables así. No me llames de ese modo como si, de verdad, te hiciera falta. Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar Salvador Dalí - 1944 https://www.wikiart.org/es/salvador-dali/sueno-causado-por-el-vuelo- de-una-abeja-alrededor-de-una-granada-un-segundo-antes-de- despertar -1944 No me pidas. Hay una planta, pequeña, que crece debajo del níspero de la casa. No puede moverse, está inmóvil, sus raíces no son patas (eso creés, mi inmovilidad). ¿Has visto las abejas?  No me esperes porque no podré asistir. No es que mis movimientos sean perezosos, es que te son imperceptibles. Hay sombra, hay agua escasa. Subir, ser, permanecer. Todo es un esfuerzo cotidiano. ¿Has visto, a mi vera, las abejas?  El néctar que no te he dado. La sombra que no he buscado. La flor que no has mirado. ¿De verdad creés que porque me extrañes una tarde el verde de las hojas se hará profundo? Es que no has visto las flores. Mis flores. 

La noche III

Fotografía de Carlos Martino -Campo de Piedra Pómez Catamarca, 22 de septiembre de 2017 (sistema solar en crisis) https://carlosmartino.com/ Desconozco las formas, las corcheas, las comas.  Instalar un color  La noche de luna roja es una pretensión  Casi, vanidosa.  Algo se aflige. La longitud desde la última nota.  El vahído de las cinco palabras.  La constelación de innumerables  Quizá  La duda rota.  Destrezas de diabla que ha despedido del mundo  Las desventuras, los malestares  Las frutas caídas, los manjares de pura luz  Que causan hambre.  De tu mundo  Mío.

Las estaciones II

Kiyoshi Saito Steady gaze two cats-1960 https://www.wikiart.org/es/kiyoshi-saito Había comenzado la temporada de lluvias un poco más temprano que el año anterior. En el trayecto hasta el aeropuerto con sus padres y hermana en el auto, Ana se abstraía de las conversaciones y los suspiros fijando la vista en los árboles que se desplazaban a la velocidad del coche. La lluvia no era muy fuerte, pero había arrancado algunas de las primeras flores de los palos borrachos. Había cierta elegancia en los pétalos sobre el agua. Ana seguía las líneas de los árboles con un sol debilísimo de fondo. A esa misma velocidad la cruzaban a ella escenas de su vida.  Recordó algunos hábitos, el de tenderse en el sofá del departamento a mirar el techo si no podía concentrarse en la lectura. Las siestas con las cortinas cerradas y esa luz verde que entraba y se posaba en el blanco de la mesa. La música. Recordó el consultorio que había debido desarmar para partir. Los, ahora ex, pacientes que le hab