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Mostrando las entradas con la etiqueta tiempo

El Tiempo VI

Fotografía de Carlos Martino https://carlosmartino.com/#!/-urbanos-y-humanos/ Esta tremenda paz que acosa Que lame los costados de una fiesta Que roe la insatisfacción que empuja Y cala, que corrompe. Esta paz De ira. Esta consumida paz que esmero Construir, tumbar, conservar. Esta paz indolora que se expande Inunda estatuas, estalla voces, carcome Grita. Esta paz De un día. Esta indecible paz Esta alegría calma de la víspera. Esta vecindad que aspiro Y que no llega Al cuerpo atento Que no llega Esta paz Que no aproxima,

El Tiempo V

Jean-Michel Basquiat - Now's the Time - 1985 https://www.wikiart.org/en/Search/time#!#filter:none La librería era pequeña, quedaba lejos (en un pueblo de por la zona), tenía buen café y la calefacción era también buena. Era sábado por la mañana, no demasiado temprano pero aún faltaba para el mediodía. Se subió al auto y pensó que buscaría los CD de Sol, la piba cordobesa que estaba haciendo furor en Europa con su cello. La librería, por esa época, también vendía música. Se instaló en una de las mesas que tenía auriculares, pidió un café en jarro, sin leche, sin azúcar. Miraba las notas sobre cada tema que venían incluidas en el arte interior de la carátula del disco.  Estaba parado delante de ella, le hizo señas de que se quitara los auriculares.  ¿Pedro? Mil años Ana, respondió. ¿Me puedo sentar? Claro. Amigo de la amiga, Pedro vivía en un barrio cercano al café.  ¿Qué hacés acá?  Respondió con una retahíla de preguntas más: ¿estás escribiendo? ¿Filmaste aquel g

El tiempo IV

Kiyoshi Saito- Ecstasy-1953 https://www.wikiart.org/es/kiyoshi-saito/ecstasy-b-1953 Dice que no le había pasado nunca. Que así no es como sabía ser, que no se lleva bien con estas cosas.  Es que la vida tiene tantas consistencias.  La consistencia líquida de lo que dura, la blandura de lo que crece, la fragilidad de lo que muere y, también, el filo de lo que no se va a quedar. Yo me pregunto, a veces, si la fugacidad que nos cortó no permanecerá en la cicatriz. Alguna vez—si estamos atentos, si miramos los ojos que nos miran, si dejamos que algo nuestro (que no somos nosotros) por una vez decida— la vida nos toca de otra forma. Nos cambia la consistencia. Abre los tejidos, saca a ventilar las vísceras y quedamos expuestos a las inclemencias de un encuentro. Nos deja sin el abrigo de lo conocido. Nos hace amar un cuerpo anónimo con una pasión que no nos habitaba. Nos anima a articular en palabras sucedidas la sorpresa de una nueva dimensión, la de los cuerpos, la del amor furtiv

El tiempo III

Ilustración de Viviana Bilotti http://vivianabilotti.blogspot.com.ar/ Cuando él llamó, “el dinosaurio todavía estaba allí”. Se habían conocido, en una ciudad, en la adolescencia. Se habían reencontrado, en otra ciudad, en la juventud. Acabaron resignándose a los encuentros a lo largo de la juventud tardía, la madurez temprana y la edad adulta. Tenían algo que aprenderse y así se vivieron mutuamente. Un amor que no cabe en el terreno alambrado de la cultura. Algunas veces intentaron encajar en las formas acostumbradas, hicieron esfuerzos por comprender. Alguno de los dos, de manera intermitente, incluso se animó a llamarlo con un nombre. Lo que se tenían no estaba oculto en la profundidad de una montaña ni expuesto a la luz del cielo. No era mundano ni tampoco divino. Era. Los excedía y los incluía, pero era mayor que la suma de ambos. Después de varios años, y como solía ocurrir entre ellos, de la nada, llamó. Dijo que había encontrado un dibujo que había hecho en alguna época,

El tiempo II

Fotografía de Carlos Martino Un palafito en el mar https://carlosmartino.com/ Todo lo que ocupa una vida es mientras tanto. Hacemos lo importante, lo urgente, lo vital. Y mientras tanto. Entra el amor como una corriente cálida en el océano helado, el amante sigiloso que es Thor en la penumbra, la mañana cargada de trinos y de pájaros. Pasa el amor con nombres que se multiplican, con miradas que erizan la cintura, con toques virtuales y de manos. Llega la lluvia y todavía estás acá. Llega el invierno y estás acá. Donde yo llego, estás acá. Y mientras tanto. Hice la vida, hice la casa, hice los hijos, la mermelada y tu ensalada. Y estás acá, hablándome. Mirándome. Tocándome. Y mientras tanto, hicimos lo importante, lo urgente, lo vital. Todo lo que no podrá explicar jamás lo que realmente ha llenado nuestras vidas.