te llamo igual que antaño la amiga al amigo en pequeñas canciones miedosas del alba Alejandra Pizarnik II ¿A qué hora empezó esta penumbra maldita? ¿Qué viento cesó? ¿Dónde está ese otro que vendrá a reanudar el sinfín del aire? Hablo conmigo porque no estás acá, bajo la hierba. Toda la noche he estado llamándote por saber si era verdad. Por saber si es verdad que estoy bajo la tierra. ¿Es verdad que es de noche? Hablame. Pero no nombres los jardines, no nombres el río, no nombres la música. ¿Soy, ya, una fugitiva de lo que amo? Hablame de lo que vibra en mi cuerpo, de lo que se abre y se cierra a mi mirada. Hablame del silencio. Recordame. ¿Cuántos siglos hace de esta invertida huerta de espectros? ¿Cuántos? Escucho mis voces, el coro de los muertos, pero no oigo tu voz. ¿Dónde está la voz que hacía de mi cuerpo una fiesta delirante? Y ¿El pan del día, con el que naufragar es un laber...
Hay hilos que nos tejen. A cada uno, y a la malla de seres que conformamos. De esos cruces se va urdiendo este blog. Gracias por visitar.