Bui Xuan Phai - Vietnam https://www.wikiart.org/es/bui-xuan-phai |
Está pintando el otoño y en Mendoza hay que ver cómo se pinta. Ayer fue un día apacible, de inicios de estación, esos tan lindos que uno queda como a la espera de sus regalos. Y ayer llegaron. Primero, una llamada que se cortó con un ‘te quiero’, luego una respuesta de correo inesperada y con augurios; y hasta una indeclinable invitación a un viaje. Me pareció verle una sonrisa, como a la pasada. Hice exactamente lo que quise hacer durante todo el día. No había urgencias y mañana haría lo que dejaba pendiente.
Esta mañana me despertó el ruido de un accidente en la calle. Salté de la cama. El teléfono hizo exactamente lo mismo, pero estalló en diez pedazos. Salí a la vereda, otros vecinos habían auxiliado a la mujer y llamado a la ambulancia. Cerré mal la puerta y uno de los perros se escapó. Salió con el único propósito de atacar al perro de la vecina de enfrente, que terminó ensangrentado como la mujer en el medio de la calle. Estuve en el hospital varias horas esperando hasta traerla a su casa no sana, pero salva. De esto hace ya algunas horas y yo todavía estoy inquieta, no consigo respirar con calma. Doy vueltas en redondo igual que el perro que, por supuesto, ya está atado. Se me ocurrió pensar que el inglés tiene muchos verbos para ‘sonreír’, y yo ¡tan llana! usando el más común para nombrar su guiño. Ya veo que el otoño se ha activado, que anda vibrando. Soy yo la que no sabe de qué está hecha su paleta de colores, yo soy la que cree que no hay negros en los ocres. Se avecina la estación en la que llueve, hoy cayeron algunos de sus rayos.
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