Kiyoshi Saito- Ecstasy-1953 https://www.wikiart.org/es/kiyoshi-saito/ecstasy-b-1953 |
Es que la vida tiene tantas consistencias.
La consistencia líquida de lo que dura, la blandura de lo que crece, la fragilidad de lo que muere y, también, el filo de lo que no se va a quedar. Yo me pregunto, a veces, si la fugacidad que nos cortó no permanecerá en la cicatriz. Alguna vez—si estamos atentos, si miramos los ojos que nos miran, si dejamos que algo nuestro (que no somos nosotros) por una vez decida— la vida nos toca de otra forma. Nos cambia la consistencia. Abre los tejidos, saca a ventilar las vísceras y quedamos expuestos a las inclemencias de un encuentro. Nos deja sin el abrigo de lo conocido. Nos hace amar un cuerpo anónimo con una pasión que no nos habitaba. Nos anima a articular en palabras sucedidas la sorpresa de una nueva dimensión, la de los cuerpos, la del amor furtivo, local, cantado. Nos arranca las hojas de la copa, los controles de la boca y creemos que hemos sido desnudados. Al principio nos hace sufrir ese desconocido en nuestra piel, ese otro en la garganta. Después buscamos el sosiego de encajarlo en las formas que nos sean habituales. Hacemos lo posible por deformarlo, en vez de con-formarlo. Terminamos por rendirnos. Lo dejamos, con rezos, en manos del olvido. Pero ya somos más que lo que éramos. Somos nuestra materia y nuestra sombra. Somos una piel que sabe, un cuerpo que excede. Somos la consistencia de lo que se ha partido. No el paisaje, sino la luz que lo define. Somos otros.
Tan simple y tan acertado. Conmueve y trastoca. Gracias Vero besos
ResponderBorrar