Fotografía de Carlos Martino https://carlosmartino.com/#!/-espacios/ |
PARA SANARTE VINE, ME HABLÓ EL CANELO
Para sanarte vine, me habló el árbol sagrado
Ve y recoge mis hojas, mis semillas
me está diciendo
De todas partes vinieron tus buenas machi
mis buenos machi
desde las cuatro tierras, desde las cuatro aguas
mediaremos, me están diciendo sus poderes
en tus nervios, en tus huesos, en tus venas
¿O deseas acaso abandonar a nuestra gente?
Elevaré mis rogativas, le digo
Ay, mis pensamientos se apartaron
de los apacibles ríos de mi corazón
Piedra transparente será éste, por mí, dijiste
Oo Ngvnechen, envíame tu aliento
tu resollar de aire poderoso
Este va a ser cantor, dijiste, entregándome
el caballo azul de la palabra
Hasta la tierra de arriba llegará en sus sueños
confundiendo al mensajero de sus enemigos
Me oirá cuando hable desde la savia
de las plantas y de las flores. Así dijiste
Mas yo quise olvidar el consejo de las Ancianas
y de los Ancianos
por eso estoy enfermo ahora
Mis pensamientos se alejaron
de los apacibles ríos de tu corazón
Mírame, estoy soñando que he subido
por tus hojas
La cascada azul de la mañana vino a mojar
mis labios con sus aguas
Subí, subí con ellas, pero me sujetó
el murmullo de los peces
Caminé luego sobre el aroma de los bosques
Después baile. En él estaba colgado mi poder
Las buenas visiones y los buenos sueños
lo rodeaban
Lloré entonces, lloré, abrazado
por el espíritu de mi canelo.
Elicura Chihuailaf
Elicura Chihuailaf
La riqueza de Hilary Barrett:
Original post in english:https://www.onlineclarity.co.uk/reading/hexagrams/18-corruption/
18, La Corrupción
El Hexagrama 18, La Corrupción, tiene sus raíces —y a su par— en el 17, Seguir. Están conectados de manera muy especial porque son, a la vez, pares inversos y complementarios. Es decir, se llega al 18 cuando se invierten los trigramas del 17 de la manera 'habitual', pero también si se suplanta cada línea del 17 por su contraria. De modo que sus significados se entrelazan muy íntimamente.
Jane Schorre dice en su libro Yijing Wondering and Wandering que
«Sui quiere decir que uno acata el flujo orgánico de la naturaleza. Gu significa que uno se desvía de ese orden y el resultado es el deterioro y el desorden».
Estoy bastante de acuerdo con eso. Sin duda que el hexagrama 17 Sigue el patrón del orden natural y, en especial, señala esa vivencia de seguirlo en pos de nuestros propios objetivos El Dazhuan dice que, en tiempos remotos, las personas extrajeron la idea de atar los carros a los bueyes cuando leyeron este hexagrama. A veces lo vivimos como una sincronicidad; otras veces, la presencia de ese flujo no está al alcance de nuestra conciencia (y entonces es probable que nos preguntemos qué es lo que lo demora tanto).
Sin embargo, también hay patrones que se siguen en el Hexagrama 18. Se trata de patrones igualmente poderosos e igualmente alejados del ámbito de nuestra percepción consciente. La diferencia es que estos patrones están bloqueados, son repetitivos, no nos conducen a ninguna parte a donde valga la pena ir. LiSe los llama las «influencias ajenas que anidan en el alma», y eso es lo que son —aunque a veces están tan profundamente anidadas que parecen ser parte de la trama de lo real—. Se trata de patrones heredados que, con frecuencia, son improntas que datan de nuestra niñez, que se transmiten de generación en generación, o como pautas culturales.
Para mostrar la experiencia de La Corrupción, el I Ching toma las palabras de la antigua adivinación a fin de identificar el origen de eso que daña: «¿Corrupción del antepasado?» «¿Corrupción de la antepasada?» En las adivinaciones originales se ponía nombre al espíritu de los ancestros con la idea de dar con aquel que habría incurrido en negligencia y que, por ese motivo, ahora sería en un alma vengativa.
El nombre del hexagrama 18 muestra una vasija llena de gusanos, quizá alguna forma de la magia negra para acumular veneno. El precepto de este tiempo es el de levantar la tapa de la escudilla y sacar a la luz, ventilar estos seres rastreros. Poner nombre al antepasado que se descarrió, precisar cuáles patrones son los que se repiten, hallar el origen, limpiar la herida. No se trata de destruir el origen, sino de transformarlo.
Los trigramas que constituyen el hexagrama 18 son el viento debajo de la montaña. Es como si la montaña hiciera las veces de 'tapa' en el hexagrama, como si retuviera el aire, lo volviera rancio, estancado e insalubre. Pero los autores de La Imagen vieron aún más:
«Debajo de la montaña está el viento. La Corrupción.
El junzi estimula a los plebeyos para nutrir de».
Esto pone por completo cabeza abajo la idea del envoltorio insalubre. La acción «contenedora» de la montaña se transforma en acción para nutrir. Dentro de este espacio confinado, el junzi actúa como el viento que sacude la conciencia y nutre de, el carácter y la fuerza.
«La Corrupción. Desde la fuente tiene éxito.
Es propicio vadear el gran río.
Antes de germinar, tres días. Después de germinar, tres días».
La Corrupción abre la posibilidad de comenzar en la fuente, de ir hasta el origen, eso que hizo que las cosas sean lo que son y, desde allí, recrear nuestra manera de interactuar con el mundo. A partir de aquí podremos 'vadear el gran río' hacia un territorio nuevo y desconocido. Esto implica asumir un riesgo, porque sería mucho más fácil no cruzar, seguir caminando en círculos dentro del circuito diseñado por la familia y quedarnos en esta orilla, a salvo de la profundidad de las aguas. Pero durante el tiempo de la corrupción, a veces, pareciera que las personas se sienten empujadas a cruzar, como si una sensación de revulsión —o algo así de fuerte— las arrastrara hacia el cambio.
El hexagrama 18 es un momento para la innovación, es cuando algo nuevo puede salir a la superficie. «Germinar» —el primer Tallo del Cielo— tiene una cáscara protectora: un tegumento, un yelmo. Es la misma dinámica que observaron en el viento abajo de la montaña los autores de La Imagen: un espacio protegido para que pueda haber crecimiento. A esto hay que darle la debida atención: tiempo para preparar el suelo, tiempo para sembrar las semillas. Pero además, es importante saber que se trata de un periodo acotado. El proceso de quitar el cobertor no es un fin en sí mismo, el oráculo supone que una vez que esta nueva forma del ser ha echado raíces, vamos a continuar hacia adelante.
Lo que se establezca en el hexagrama 18 crecerá y saldrá a la superficie en el hexagrama 19, Acercar. Lo que era un alma vengativa volverá a ser parte de nuestra vida en su forma de antepasado bienhechor, alguien con quien uno puede identificarse. Lo que era un círculo vicioso se transformará en una fuente de energía. En pequeña escala, esto se puede observar cada vez que tratamos de entender algún aspecto nuevo de nuestro propio carácter. Por ejemplo: si le pongo nombre a mi manera de conducirme y digo que soy 'perfeccionista' es probable que pueda poner esta característica en la lista de mis ayudantes en vez de dejarla que dirija toda la orquesta. Quizá sea por esto que nos fascina tanto cualquier sistema de análisis del carácter (desde la astrología hasta los eneagramas), porque prometen un espacio para asir algo de lo que pasa «ahí dentro», y sabemos que ese es el primer paso para lograr que —esas características— jueguen a nuestro favor.
Cómo es que esa comprensión aparece exactamente, y a qué se refiere con la corrupción de la antepasada o la corrupción del antepasado es estrictamente personal. El hexagrama 18 es una de las consultas menos «generalizables» de todas las del I Ching. De todos modos aquí dejo algunas ideas acerca de la naturaleza de cada una de sus líneas.
Línea 1:
«La Corrupción del antepasado padre.
Hay un hijo,
Los antepasados muertos son sin falta.
Peligro. Al final, buena fortuna».
Puede que la corrupción haya comenzado con el padre antepasado, pero ahora es algo tuyo. Tienes que considerarla como algo que te incumbe personalmente si quieres tomar cartas en el asunto. Esta es la Fuerza Domesticadora de la Corrupción, este es el momento en el que te haces cargo y te pones a trabajar para retomar el control de tu vida.
Línea 2:
«La corrupción de la antepasada madre.
No permite la perseverancia».
La madre es quien nutre, quien da lo que hace falta y crea un espacio seguro para el crecimiento y la maduración. La Corrupción de la madre que 'no permite la perseverancia' es aquella que no permite el crecimiento pleno: la semillas no pueden desarrollarse. Puede que sea por falta de cuidado o puede que señale una madre demasiado protectora que está intentando poner freno. (Piensen en el fan yao, 52.2).
Línea 3:
«La Corrupción del antepasado padre.
Hay pequeño arrepentimiento,
No hay gran error».
La Corrupción se encuentra dentro del portal —entre el afuera y el adentro; entre el pensamiento y la acción—. Quizá sea porque la corrupción está más en la teoría que en la práctica que el arrepentimiento es solo pequeño. La línea se conecta con el Hexagrama 4, No Saber, y habitualmente, aquí la corrupción tiene que ver con una sospecha o con un temor a lo desconocido. Pero el impulso básico de aprender tiene fundamento: no hay gran error.
Línea 4:
«La Corrupción del antepasado padre.
Continuar trae vergüenza».
Este problema es más grave, la corrupción resulta bastante cómoda porque no te falta nada (cuando se tiene padres adinerados o subsidios del Estado, por ejemplo). No hay nada que resulte intolerable, así que ¿para qué intentar arreglarlo? El tema es que la vergüenza va a hacerse presente en tu vida tarde o temprano.
Línea 5:
«La Corrupción del antepasado padre.
Aprovechar el elogio».
Esta línea puede ser un punto de inflexión, aquí podrías empezar a dejar de procesar lo que está mal y comenzar a infundir estímulo a lo que no. El elogio funciona como el zhi gua, 57 (penetra suavemente los patrones antiguos de la corrupción hasta dar con algo mucho más profundo y fuerte, además no opone ninguna resistencia).
Línea 6:
«Sin asuntos con reyes y príncipes,
Honrar la altura de los asuntos de uno».
Debemos poner orden en nuestras relaciones con los «padres» y las personas que representan la autoridad para nosotros si queremos que, realmente, las cosas vuelvan a funcionar. Pero no debemos confundirnos, esto no es un fin en sí mismo. El hecho de que la corrupción esté en su etapa de Ascender (el hexagrama 46, el zhi gua) querría decir que hay que usar los asuntos con reyes y príncipes para medir la estatura de la cuestión que tenemos entre manos. Ascender más allá de la corrupción significa ir más allá de la política interna o externa, ponerse a trabajar para «honrar lo que es más elevado».
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