Fotografía de Carlos Martino https://carlosmartino.com/ |
Agua plúmbea. Agua en horda que resbala, desliza. Agua que se ahueca en la extensión que abarca, en la raíz que colma. Poema del espacio, ahora tangible, en el aroma generoso. Agua sinuosa. Agua herida que ondula y arde y sabe a oceánico turquesa. Agua en el ombligo lúbrico, en el verdín del pliegue. Agua que explora. Agua profunda. Profunda duda -sólo el azar confirma al ocultarnos eso que nos manifiesta-. Agua blanda. Agua mansa de confusa hechicería.
Piel de fruta en temporada. Delicadeza con punta de pestañas. Gestos de ritmos puros. Voz vítrea en colosal lluvia de peces. Piel encerada por las manos. Voz vibrátil. Voz en verbo. Voz que empuja, hiende la semántica del fuego y atraviesa. Va a emancipar las formas de un limbo incandescente. Piel de ámbar que penetra en el cono de las sombras tras un desgarramiento sonoro de los cuerpos que atañe únicamente a las caricias. Músculo turgente. Agua viscosa con ímpetu de lava bajo el manto de la voz caníbal. Voz con nuevo diapasón de punto azul donde culmina. Voz de intemperie que cesa. Voz momentánea.
Agua textura. Agua capullo deshojado sobre el éxtasis. Voz de ceniza espolvoreando misterio en la escritura del roce. Agua bullente. Piel suspendida.
Agua. Voz. Piel. Ecuación apasionada de intensidades grávidas. Caos decisivo que puntea la explosión del soplo.
Agua sagrada, agua,
Yosemita - Carlos Martino https://carlosmartino.com/#!/-inicio/ |
Agua sagrada, agua,
Comentarios
Publicar un comentario