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HEXAGRAMA 44 (La cópula, el acoplamiento) TEXTO DE HILARY BARRETT

 Texto original de Hilary Barrett en https://www.onlineclarity.co.uk/answers/2019/04/15/hexagram-44-coupling/

La cópula, el acoplamiento




El problema de la «mujer poderosa»

En el hexagrama 44 nos encontramos, nos topamos o «copulamos» con una mujer poderosa.

El acoplamiento, la mujer es poderosa.
No tomes esta mujer.

El verbo «tomar» aquí significa sujetar a una mujer, como quien sujeta a un delincuente, pero también tiene ese sentido medio pasado de moda de «tomar a una mujer en matrimonio», incluso con los matices de «adquirirla» que supone la vieja expresión. Acá, eso es exactamente lo que no hay que intentar. ¿Por qué no? Según el dictamen:

No tomes esta mujer: no puede durar demasiado.

Es muy claro: no se podrá asimilar a nuestra vida, no va a encajar, no a largo plazo. Aquí se trata de encuentros pasajeros, no de relaciones duraderas. (Lean esta entrada para ver un poco más cómo funciona lo de «no encajar» en el 44.)

En esta entrada, me gustaría abordar dos cuestiones: cómo reconocer lo que representa a la «mujer poderosa» en las consultas y cuál sería la respuesta que podemos darle a esa mujer.

¿Quién es esta mujer?

Hice una búsqueda en mi diario del I Ching de todas las consultas en las que me había respondido con el 44, ya sea con el hexagrama principal o con el derivado; y también leí consultas de otras personas que me sirvieran para armar un retrato de esta «mujer poderosa». Cuando alguien recibe el hexagrama 44, ¿con qué se topa? En la historia de Mary «Midaughter» Halpin, el 44 le predijo una tormenta, y lo único que hizo fue llevar el bote a la costa por seguridad. Hay otras consultas sobre una adicción o, quizá, provenientes de una personalidad propensa a las adicciones.

Una consulta de un señor de razonamiento muy lógico que se «topó» con alguien que se tomaba el oráculo muy en serio y no tuvo la menor idea de qué hacer con eso. Pero, además, otro consultante que se «topó» con un reino de emociones, deseo sexual y humanidad desenfrenada del que no podía abstraerse debido a las (demasiadas) consultas al I Ching.

También leí la consulta de una persona a quien le estaban haciendo un nuevo juicio para que vuelva a pagar una deuda, y la de un tenista que se topó con un adversario al que no podía descifrarle el juego.

En todos esos casos, la «mujer poderosa» era una especie de realidad inmanejable que irrumpía de manera un poco caótica, que llegaba de manera inesperada, disruptiva y que, a la vez, también era potencialmente creativa.

Recibí el 44 como hexagrama principal una y otra vez en una época cuando me topaba con personas con las que no podía entablar una relación que me agradara (otra de las formas en la que irrumpe en la realidad). Intentaba mantener una relación armoniosa con personas que no tenían ganas de relacionarse conmigo.

En La tradición, se dice que la mujer poderosa pretende dominar y, en el caso de algunas de estas personas, esa era, de hecho, su única prioridad. Yo le daba vueltas al asunto e intentaba encontrar una forma de entablar amistad, pero a ellas solo les interesaba competir conmigo y ganarme. Además, había otras personas en un estado mental muy frágil que estaban a la deriva de sus carencias emocionales. Nada de eso tenía que ver conmigo ni con el tema que me preocupaba. En una de estas entradas, escribo lo siguiente en el diario:

«No podés seguir teniendo una relación amigabe y estable con esto, del mismo modo que no se puede tener una relación amigable y estable con una inundación. Hay que hacer lo que se pueda, aunque no siempre sea el resultado más óptimo…»

Necesitaba entender que los motivos que guiaban a estas personas no estaban dirigidos a mí ni tampoco eran intencionados, como yo creía. Sobre todo, necesitaba comprender que no existía la posibilidad de tener el tipo de relación armoniosa que yo pretendía.

(El hexagrama fantasma, el 21, La mordida tajante, describe muy bien el error que cometía en situaciones así: yo pensaba que había un obstáculo concreto en la relación, que yo podía presentar mis argumentos y, cual abogada, atravesar el problema de un mordiscón. Entonces, las cosas encajarían y comenzarían a funcionar tan bien como una buena dentadura. Pues, esa no era la manera correcta de abordar la situación).

Como hexagrama derivado, el 44, muchas veces me puso frente a un aspecto de mí misma, o frente a algún deseo mío incontrolable o un deseo que no encajaba en el pensamiento racional, una especie de imperativo íntimo que podía cambiarlo todo.

A veces no está claro a quién o a qué representa esta mujer «incasable». Hice una consulta sobre un software. Traté de imaginarme cómo sería incorporarlo a mi forma de trabajo (como verán, nunca lo hice). También hay una consulta sobre un servicio para organizaciones de un tercero que no iba a funcionar en mi caso. Entonces, ¿quién es quién en estas consultas?, ¿yo me topé con un software o sistema? ¿un sistema o software que se topó conmigo? A los fines de la interpretación, la verdad es que no importa. El punto es que simplemente no hay una relación material. Esa opción no existe.

El retrato que arman de esta mujer los trigramas

Los trigramas que forman el 44 son el viento debajo del cielo. Me puse a intentar visualizarlos:



Se me vino a la mente la consulta de Mary Halpin de la tormenta, obviamente. Con toda la fuerza del cielo detrás del viento, más vale que las cosas se van a mover de verdad.

¿Qué sería lo que sí podemos hacer con eso que nos encontramos?

El hexagrama 44 representa la llegada de una gran fuerza, de una fuerza que no se anuncia ni se puede controlar. El oráculo nos dice que no podemos casarnos con ella, pero no nos dice lo que sí podemos hacer con ella. A lo mejor, porque no hay una sola respuesta que sea universal y fiable. ¿Qué se hace con un tornado? Reverenciamos su potencia y, mientras podamos, nos alejamos de su camino y lo dejamos pasar. Ese es, muchas veces, el mensaje más claro que podemos sacar de las consultas cuya respuesta es el 44.

Ahora bien, el poder del Acoplamiento no es únicamente destructivo. Eso ya queda claro con el nombre del hexagrama, los ideogramas que forman el nombre muestran una mujer dando a luz. Puede que signifique el heredero o la mujer que está pariendo al heredero. (Aquí hay un artículo de Harmen al respecto). También podría tratarse de una fuerza que engendra, si no, fíjense la cantidad de imágenes de fecundidad que hay en los textos de las líneas: en la canasta hay un pez, un melón cubierto de hojas.

A medida que uno lee las líneas, especialmente la maravilla de la línea 5 del 44, donde un caos de fertilidad desborda las palabras: podría tratarse de un bebé, podría engendrarse un mundo enteramente nuevo... si tan solo lo pudiéramos cuidar y darle la forma y atención que necesita. Quizás. A veces.

¿Cómo podemos responder al Acoplamiento?

¿Hacemos como lo hace el príncipe?

Debajo del cielo está el viento. 
El acoplamiento.
El príncipe transmite el mandato y da órdenes en los cuatro rincones de la Tierra.


El príncipe aprovecha este viento que viene cargado con el poder del cielo para transmitir el mandato y llegar a los cuatro rincones del mundo. O quizá, «aprovechar» no sea la palabra indicada, a lo mejor es que entiende la verdadera naturaleza de la energía de que se trata y se acopla a esa fuerza para llevar a cabo cambios creativos.

A lo mejor, nos podemos vincular con este viento. A lo mejor no. No es recomendable subirse al parapente en medio de un tornado, ¿o sí?

Tambien hay algunos signos que indican el tipo de compromiso del príncipe en las líneas de los textos. (Como suele ocurrir, los autores del Daxiang parecen haberse inspirado en las líneas, sobre todo en la quinta).

La primera señal del 44 como «mandato hecho obras» llega en la línea 3, y yo creo que se refiere a Yu el grande y a las lesiones que sufrió en su lucha por detener las inundaciones:

Muslos sin piel,
Ahora el movimiento es torpe.
Peligro.
No hay gran error.


Esta línea no habla de honor por recibir un mandato para llevar adelante la obra ni de las glorias del éxito, sino de todas las luchas intermedias y modestas: lo vemos tambalear, caminar rengueando («la imagen de alguien que está muerto de hambre y que se rompió el lomo trabajando» dice Stephen Field), y el único comentario de Yi a todo esto es «No hay gran error» (¿Una broma sobre Yu el grande? Puede ser).

Línea 5

Se usan cortezas de sauce para cubrir los melones.
Contiene algo de belleza,
Cae desde su fuente y llega desde el cielo.


Esta línea da más la sensación de que los regalos llegan desde el cielo. Literalmente hablan de utilizar corteza de sauce para darle la forma de una botella o de un biberón al fruto que se está desarrollando. La imagen, sin dudas, es la de un embarazo precioso. (La corteza de sauce del 28.2.5 también tiene que ver con el sexo y la fertilidad). «Algo de belleza» es «estructura, composición, reglas» y, en el contexto de esta línea que muta al 50, El caldero, me parece que se refiere a un ordenamiento nuevo.

Es una línea muy hermosa y, en la práctica, me encontré con que el regalo que llega del cielo no es necesariamente algo que se pueda usar, no en el estado en el que están las cosas.

Cuando mutan estas dos líneas, la 3 y la 5 juntas, tenemos al hexagrama 64 de trasfondo, esa intención del Aún no cruzando.

¿Se puede manejar?

¿Podemos contener ese poder del acoplamiento, tenerlo bajo control? Esa es la primera recomendación del hexagrama:

Sujetado firmemente por una cuña de oro. 
Constancia: ventura.
Si se tiene una dirección, hay desventura:
Un cerdo escuálido puede patear y dar pelea.


Esta es la única vez en la que encontramos la palabra ventura en el hexagrama 44: cuando se lo sostiene y contiene con fuerza. Si nos identificamos con el impulso y dejamos que nos arrastre, entonces nos parecemos bastante a ese tipo de chanchito. Hay que detenerse, equilibrar el barco y saber que, si se dejan los deseos inconscientes a su merced terminarán a controlando toda la cuestión.

En la comunidad I Ching Community, hace algunos años, esta línea le describió a un hombre la actitud de una amante 
muy exigente después de que su mujer hubiera dado a luz mellizos. Finalmente, tras algunas idas y venidas, el hombre dejó de responderle.

La otra línea que me parece que tiene que ver con la contención y el control es la 6:

Acoplarse con los cuernos.
Arrepentimiento.
No hay error.


Esta, un poco pasada de rosca y quizá no pensando con mucha claridad, entra agachando los cuernos para ver si puede forzar un poco las cosas para que haya alguna relación. «Arrepentimiento. No hay error» dice el I Ching con poco entusiasmo. A lo mejor eso es todo lo que podemos controlar.

Cuando mutan estas dos líneas juntas, obtenemos el 43, el trigrama par: Decidir. Alguien está completamente convencido de cómo se debe dar este acoplamiento. ¿Funcionará? A lo mejor.

¿Sirve de base para una relación?

Y, finalmente, están las líneas 2 y 4, ambas sobre peces en cestas que los contienen. Es una imagen de la fertilidad y un presagio: un canasto que se baja al río para atrapar peces. Si podemos atrapar algunos, el augurio es el de matrimonio y la futura fecundidad, como en la línea 2:

En el canasto hay un pez.
No hay error.
No es provechoso para compartir con huéspedes.

Entonces, algunos augurios son buenos o, al menos, no son malos. Pero hay que captar el sentido potencial de la cosa, no adelantarse. Margaret Pearson piensa en esto como en los primeros estadios de un embarazo, que hay que protegerlo en silencio y con una Retirada (el hexagrama que se forma si muta esta línea). SJ Marshall señaló que lo de «compartir con huéspedes» también significa el rito llamado bin que se llevaba a cabo para presentar la novia a los antepasados del novio: todavía no hay que ir tan lejos, solo quedarnos en la fuerza que pueden tener unos pocos peces. Con esas ideas en la cabeza escribí en mi libro lo siguiente: «Lo que no hay es garantía de obtener resultados. Es demasiado pronto para llevar nuestro anhelo a un contexto más amplio y esperar que dé sus frutos. Por ahora, debe tener su propio espacio interior, en la intimidad, sin deseos prematuros. Podemos cuidar mucho mejor las posibilidades futuras si no las damos por sentadas antes de tiempo».

Pero en la línea 4

En el canasto no hay pez.
Empezar, desventura.


No hay ningún pez, por ende, no hay posibilidad de empezar nada. Como es una línea cuarta, quizá haya alguna actitud positiva que se pueda adoptar, como «¿qué puedo hacer con esto?» ya que se une con el hexagrama 57, Suave penetración, cuyo movimiento tiene que ver con el deseo de integrarse a esa nueva energía: «¿Cómo puedo integrar esto a mis planes?»

La respuesta corta es no se puede. No se puede integrar porque no hay una relación con eso. No es que no haya peces en el río, sino que no hay ninguno en esta cesta; no es que no haya nada nuevo, es que debemos conectarnos conscientemente con eso como algo nuevo que no encaja en el lugar que le habíamos asignado. (En alguna parte de los archivos de la comunidad I Ching Community, alguien preguntó sobre la energía entre ella y otra persona. Recibió esta línea y, 18 meses después, todavía no habían conversado).

Estas dos líneas con peces y cestos, cuando mutan ambas, cambian del 44 al 53: El desarrollo gradual, el hexagrama del matrimonio y de las garzas que emprenden vuelo juntas para regresar a casa. Simplemente no se puede confiar en que el Acoplamiento vuelva al hogar y consolide una relación a largo plazo. Puede que la cópula, en su acoplamiento, conciba, pero puede que ni siquiera eso. Ya lo dice claramente el dictamen: «no puede durar demasiado».


Comentarios

  1. Bueno.. interesante!!!!! Pude sentir la reflexión del hexagrama.
    Parece muy complejo o difícil de interpretar.... Sin embargo lo mío fue muy claro.
    Pregunté; mi marido me es infiel?
    Respuesta; hexagrama 44 sin mutaciones.
    Un rotundo si es la respuesta!!!!!
    Y yo creo que cual usr pregunta similar o de matrimonio y la respuesta sea este hexagrama te esta mostrando que su pareja está dando pie a ser tentado y que caerá por propia elección en ese deseo. Está clarísimo!!!!!!! No hay q darle vueltas.
    Gracias. Ame leer estA entrada.

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