La riqueza de Hilary Barrett para el 5
Original post in English: https://www.onlineclarity.co.uk/answers/2007/06/10/hexagram-5-waiting/
Mientras aguardamos, ¿qué podríamos ir haciendo para estar listos cuando llegue el momento?
(Las preguntas de Hilary para el 5)
Hexagrama 5: Esperar
En el contexto de las consultas, este hexagrama suele ser una de las respuestas con más sentido del humor de Yi. Hace unos días pregunté que traería a mi negocio cambiar a un servidor de respuestas automáticas muy famoso y me contestó 5.5 al 11. De modo que lo hice, me adherí. Lo hice justo el único día en que tuvieron problemas técnicos, su página web tardaba siglos en cargar y se ponía en espera constantemente. Esto me dio un montón de tiempo para apreciar lo ingenioso de la respuesta.No obstante, hay más en el hexagrama 5 que una oportunidad para cultivar la paciencia.
El nombre del hexagrama muestra un aguacero y significa que hay que esperar hasta que pase la lluvia, más que esperar que llegue (en esto sigo a Steve Marshall). Una vez que escampe, podremos salir y sembrar los campos. Si no para a tiempo, se inundarán nuestras casas y se arruinarán los cultivos. Pero no se trata de esperar a que cambie el tiempo. No es una cuestión menor, sino que debemos aguardar a que cambien las condiciones para poder hacer eso que necesitamos con urgencia.
«Esperar con sinceridad y confianza.
La luz crea el éxito: la perseverancia trae ventura.
Es propicio cruzar el gran río».
Esperar con «sinceridad y confianza» o «siendo veraz» es estar absolutamente presente en la situación. Es todo lo contrario a tener la cabeza en otras cosas (quizá imaginando cómo va a ser cuando las condiciones sean las que necesitamos, o quedándonos anclados en la ansiedad por las posibles consecuencias si las cosas no cambian).
Es un desafío importante, porque La espera contiene en su naturaleza una división interna, el hexagrama nuclear es el 38, El antagonismo. Esto quiere decir que uno desea estar en cualquier otra parte (fuera de su casa, lejos del cuadro familiar). Me trae la imagen de un padre de familia que se asoma al umbral de la puerta y trata de espiar, a través de la lluvia torrencial, sus campos. Está mirando dos cosas: lo que tiene y lo que le hace falta. En el hexagrama 6, El conflicto, se nos muestra otra manera de hacer frente a esta tensión: ahí hay que expresarla, ya sea a través de la acción o de la protesta. En el hexagrama 5 tenemos que contenernos y permanecer ahí, presentes.
Esa es la manera en que podemos hacer que «la luz cree el éxito». La palabra para «luz» ocupa el lugar de yuan, «la fuente» o «lo sublime», como la primera palabra en la fórmula que inicia el proceso creativo. En el ideograma se ven una figura humana y una llama. La presencia y la confianza en la espera brillan como la luz de un faro que, creo, ejerce el mismo poder creativo y de atracción.
Hay mucho más que pasa aquí. No se trata de aguardar como quien espera el autobús, o como nos sentaríamos en casa a esperar que mejore el tiempo. Wilhelm dice:
«Esta lluvia llegará a su hora. No es posible forzarla, hay que aguardarla».
Pero es obvio que esta es una manera de pensar muy moderna, imaginar que los que sucede «adentro» y lo que muestra el clima «afuera» son cosas que no tienen nada que ver una con la otra. Y luego Wilhelm sigue, «La espera no es una esperanza vacua. Alberga la certidumbre interior de alcanzar su meta». Exactamente. No podemos «forzarla», pero tampoco es un momento pasivo ni de desamparo.
Puede que no nos resulte fácil concebir una manera de pasar la espera si no es alguna de esas dos (pasivos, desamparados), aunque me parece que la forma es la del hacedor de lluvias. (Aquí escuché por primera vez la historia del hacedor de lluvia por Stephen Karcher – escúchenlo y verán lo que digo) (en inglés).
Es también sobre lo que escribe Jean Shinoda Bolen en el capítulo 7 de El Tao de la psicología, cuando habla de los fenómenos parapsicológicos como un tipo de sincronicidad:
«Cuando encaramos esta tarea imposible de la percepción extrasensorial con una expectativa esperanzada y un estado mental de gran agudeza (el énfasis es mío), la persona evoca lo que Jung denomina "el arquetipo del milagro" o el arquetipo de "la magia". Cuando ese es el estado en el que aguardamos, el "milagro" puede suceder y, entonces, los resultados de la percepción extrasensorial son excelentes.
Una plegaria evoca ese mismo estado psicológico de expectativa esperanzada. La persona que, con sinceridad, se acerca al I Ching buscando una respuesta o una orientación sobre algo que realmente le preocupa o confunde —y con la esperanza de recibir ayuda para tomar una decisión— también se encuentra en un estado de espera bien definido. En ese estado, la respuesta que da el I Ching será, seguramente, muy importante. Cuando asumimos esa disposición mental antes de irnos a dormir y pedimos mentalmente que nos llegue un sueño que pueda ayudarnos, también suele suceder que recibimos sueños que nos dan respuestas simbólicas a situaciones psicológicas que parecen irresolubles. En cada una de estas situaciones, la persona ha admitido que el ego personal no puede darle la respuesta...»
Por ende, la calidad de la espera es fundamental. Y, además, nos ayuda a «cruzar el gran río». ¿Pero cómo? ¿no se supone que estamos esperando? Creo que es una sencilla cuestión de estar preparados y mostrarse dispuestos, de andar por nuestro camino, hasta donde lleguemos, para encontrar lo que esperamos. No como aquel hombre que le dice al fuego «¿pero voy a tener que ir a buscar yo tu combustible cuando ni siquiera has empezado a arder?».
Aunque estamos pasando necesidades y carencias, La espera nos dice que hace hace falta que colaboremos. Tal como lo dice la secuencia:
«Cuando las cosas son todavía jóvenes no se las puede dejar sin alimento.
Por eso sigue el signo: La espera.
La espera significa el camino hacia el comer y el beber».
Obviamente, una de las lecciones que debe aprender el aprendiz del hexagrama 4 es la paciencia. Puede aprenderla con la experiencia y con el paso del tiempo, no solo con la «gratificación inmediata» de respuestas a sus preguntas. De manera que el flujo del conocimiento será una forma de la «nutrición» que se vincula con La espera.
La imagen coincide en esto de que el hexagrama 5 tiene que ver con el comer y el beber:
«En el cielo se elevan nubes.
La Espera.
Así come y bebe el noble y disfruta de la música».
Acá hay varias capas de sentido. En primer lugar, el mensaje simple de no inquietarse (no asomarse al umbral lleno de ansiedad para mirar el cielo) sino de relajarse y disfrutar la espera. Esta, también, es una manera de estar preparados para aprovechar la oportunidad cuando finalmente se presente (los famélicos y demacrados por el estrés no son los mejores agricultores).
Implica, además, una señal de confianza espectacular, una manera de «cruzar el gran río» a lo grande. Para que un agricultor pueda aguardar esperanzadamente las condiciones apropiadas de la cosecha de este año, debe estar convencido, de alguna manera, de que hay que celebrar la espera echando mano a las últimas provisiones que quedaron del año anterior.
Para terminar, no creo que esto se trate únicamente de un alimento personal. Cuando celebramos y hacemos música, también estamos alimentando a nuestros antepasados. Los traemos de nuevo dentro del círculo de nuestra vida, los hacemos parte, otra vez, del ciclo permanente de los intercambios que, eventualmente, nos traerán un buen tiempo.
Más sobre el hexagrama 5 con las líneas aquí
MUY BUENO EN SU EXPLICACION
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