Fotografía de Carlos Martino - Tormenta en San Rafael, Mendoza https://carlosmartino.com/ Anoche hubo tormenta. De esas espectaculares, con rayos, centellas, truenos feroces y demás tigres. Giraba en círculos por la noche y Zeus lanzaba rayos por donde se estaría escondiendo Cronos. Salí a la galería para mirarla, para ser testigo de primera mano. Hay algo mágico en las tormentas cuando uno puede mirarlas en lugares donde la luz de la civilización casi no ha llegado. No duré mucho porque mojaba y castigaba incluso donde habitualmente no me siento a la intemperie. Recordé un curso que hice hace un tiempo vinculado a la meteorología. Era un curso sobre el fenómeno de La Niña. La tormenta me arrancó una confesión. La ciencia de la meteorología me excede y pude con ella cuando comencé a leerla como un oráculo. Así. Hay señales que se pueden medir, calcular para hacer el pronóstico. Incluso las escalas pueden medirse de manera bastante certera, aunque la palabra “bastante” es clave. ...
Hay hilos que nos tejen. A cada uno, y a la malla de seres que conformamos. De esos cruces se va urdiendo este blog. Gracias por visitar.