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Los viejos V

Frente - Viviana Bilotti - Ilustración http://vivianabilotti.blogspot.com.ar/ Las ventanas que daban al frente de la casa eran de madera, con tablitas. Todas las casas del barrio eran iguales y tenían las mismas ventanas corredizas. Una noche, no recuerdo por qué, fui hasta la casa de noche, después de la cena. Por las rendijas se veía luz. Cuando me acerqué a la puerta, además, escuché música. Tenían un combinado (así llamábamos a esa especie de mueble donde había tocadiscos, parlantes y lugar para guardar los long-plays ). Era de una madera clara y no recuerdo haberlo visto abierto, u oído sonar nunca. Ahora de ahí salía un tangazo. Era ‘Tarde’ en la voz de Julio Sosa, eso no me lo olvido jamás. Me llamó la atención. Eso sí que era inesperado. Había dudado, al principio, si ir o no por lo tarde de la hora. Sentí mucha curiosidad, no llamé a la puerta. Fui a buscar la rendija que me dejara mirar. Uno sabe, hay algo en el volumen, en el tono de la luz, alguna cosa que uno no pued

Animales III

Liliana Italiano - Cerámica http://lilianaitaliano.blogspot.com.ar/ Y entonces, un día, todo sobra.  El borde de un exceso, un plus  Un presente no vasto. Que no basta.  Un día, los nombres se entremezclan  Hablan. En lenguas inentendibles, me hablan  Y el cuerpo -mi cuerpo- excede, tanto.  Lo que miro sigue su curso en las fresias rojas del frente de la casa.  Este año volvieron. Sé que volvieron porque alguien las vio antes.  Alguien, antes, fijó un tiempo de bulbos y de casas.  Lo que no vi siguió su curso.  Lo que no veo también fluye.  Y yo me esfuerzo para que lo que es, sea  Para que lo que fue, fuera.  Pero, un día, todo sobra.  El presente se alarga como mancha  ITO JAKUCHU - Phoenix and Sun https://www.wikiart.org/es/ito-jakuchu   Veo el detrás y, parece, que el delante.  Un laberinto estrecho que recorre  Con desmantelada ironía  Con desarticulada gracia  La palabra presente.  Capas, la ironía y la gracia, 

Animales II

Viviana Bilotti - Con hilo de madreselva - Ilustración http://vivianabilotti.blogspot.com.ar/ Lo que sé, lo sé desde otro tiempo  Del tiempo en que cazaba huellas y hallaba conejos  Del tiempo en que una exploración se terminaba rindiendo  Y daba espacio a la concurrencia.  (Siempre pensarte me reconforta  siempre encontrarte me reconforta)  Lo que sé, lo sé porque me vino.  Buscó que lo encontrara, fui huella, tigre, olor y hacha.  Busqué  que me encontrara  como ese país con mar en donde sueño que amanece.  (¿Cómo es posible, entonces, que hoy no sepa  Tanto?)

El tiempo IV

Kiyoshi Saito- Ecstasy-1953 https://www.wikiart.org/es/kiyoshi-saito/ecstasy-b-1953 Dice que no le había pasado nunca. Que así no es como sabía ser, que no se lleva bien con estas cosas.  Es que la vida tiene tantas consistencias.  La consistencia líquida de lo que dura, la blandura de lo que crece, la fragilidad de lo que muere y, también, el filo de lo que no se va a quedar. Yo me pregunto, a veces, si la fugacidad que nos cortó no permanecerá en la cicatriz. Alguna vez—si estamos atentos, si miramos los ojos que nos miran, si dejamos que algo nuestro (que no somos nosotros) por una vez decida— la vida nos toca de otra forma. Nos cambia la consistencia. Abre los tejidos, saca a ventilar las vísceras y quedamos expuestos a las inclemencias de un encuentro. Nos deja sin el abrigo de lo conocido. Nos hace amar un cuerpo anónimo con una pasión que no nos habitaba. Nos anima a articular en palabras sucedidas la sorpresa de una nueva dimensión, la de los cuerpos, la del amor furtiv

No te veré ayer

Autoritratto -Leonor Fini - 1968 - Argentina https://www.wikiart.org/es/leonor-fini I Tengo la boca llena de papeles viejos, de ese sabor. Soy esta mueca. Mueca. Soy esta mueca Sólo quisiera recordar recostada aquí Lo que va a suceder. No quiero prever lo sucedido. La fruta tiene dos mitades: Mi piel y tus sentimientos se han ido desenhebrando Una costumbre heredada aplacará la ternura del patio, Hallará el espíritu para los objetos, las cosas, los hechos Habrá una materia que excuse tu alma II Pronto olvidaré la necesidad Mi urgencia de vos y el asombro Seré una artista del cambio de las perspectivas porque Darse cuenta debilita Debilita No oleré ese naranjo del patio. No escucharé esa voz No miraré la aurora de ayer No. III Recordaré, Que hay un hueco en mi cuerpo cavando el espacio de la luz Que es humedad, el caracol Que es terso el estaño debajo de la luna Que haré mías las cosas deseadas Reposaré Buscaré en la ola el perfume de otras aguas. Huelo, huelo, lejos de mí: No d

Los días I

Bui Xuan Phai - Vietnam https://www.wikiart.org/es/bui-xuan-phai Está pintando el otoño y en Mendoza hay que ver cómo se pinta. Ayer fue un día apacible, de inicios de estación, esos tan lindos que uno queda como a la espera de sus regalos. Y ayer llegaron. Primero, una llamada que se cortó con un ‘te quiero’, luego una respuesta de correo inesperada y con augurios; y hasta una indeclinable invitación a un viaje. Me pareció verle una sonrisa, como a la pasada. Hice exactamente lo que quise hacer durante todo el día. No había urgencias y mañana haría lo que dejaba pendiente.  Esta mañana me despertó el ruido de un accidente en la calle. Salté de la cama. El teléfono hizo exactamente lo mismo, pero estalló en diez pedazos. Salí a la vereda, otros vecinos habían auxiliado a la mujer y llamado a la ambulancia. Cerré mal la puerta y uno de los perros se escapó. Salió con el único propósito de atacar al perro de la vecina de enfrente, que terminó ensangrentado como la mujer en el

El tiempo III

Ilustración de Viviana Bilotti http://vivianabilotti.blogspot.com.ar/ Cuando él llamó, “el dinosaurio todavía estaba allí”. Se habían conocido, en una ciudad, en la adolescencia. Se habían reencontrado, en otra ciudad, en la juventud. Acabaron resignándose a los encuentros a lo largo de la juventud tardía, la madurez temprana y la edad adulta. Tenían algo que aprenderse y así se vivieron mutuamente. Un amor que no cabe en el terreno alambrado de la cultura. Algunas veces intentaron encajar en las formas acostumbradas, hicieron esfuerzos por comprender. Alguno de los dos, de manera intermitente, incluso se animó a llamarlo con un nombre. Lo que se tenían no estaba oculto en la profundidad de una montaña ni expuesto a la luz del cielo. No era mundano ni tampoco divino. Era. Los excedía y los incluía, pero era mayor que la suma de ambos. Después de varios años, y como solía ocurrir entre ellos, de la nada, llamó. Dijo que había encontrado un dibujo que había hecho en alguna época,